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En el mundo del entrenamiento con hipoxia intermitente, se ha vuelto cada vez más claro que la clave para obtener beneficios significativos radica en la dosis correcta. A diferencia de simplemente elevar la altitud o disminuir la fracción del oxígeno, lo que realmente importa es la saturación alcanzada durante las sesiones de entrenamiento según el objetivo perseguido.  

La desaturación se refiere a la disminución de la saturación de oxígeno en la sangre, es decir, la cantidad de hemoglobina que está unida a oxígeno en relación con la capacidad total de la hemoglobina para unirse a él. La saturación de oxígeno se expresa generalmente como un porcentaje y se mide mediante un dispositivo llamado oxímetro de pulso o pulsioxímetro, que se coloca típicamente en el dedo o el lóbulo de la oreja.

 

¿Por qué la desaturación es tan crucial? 

 

La respuesta está en cómo el cuerpo responde a la hipoxia. Cuando experimentamos una reducción en la saturación de oxígeno en la sangre, desencadenamos una serie de adaptaciones fisiológicas que incluyen la activación del factor inducible por hipoxia (HIF), la producción de eritropoyetina (EPO) y la mejora en la eficiencia del transporte de oxígeno.

 

La capacidad de controlar el oxígeno en modo biofeedback es fundamental para alcanzar resultados óptimos en el entrenamiento en hipoxia, asegurando al mismo tiempo la máxima seguridad para el usuario. Con esta tecnología avanzada, no es necesario realizar ajustes manuales, lo que garantiza una experiencia de entrenamiento más efectiva y controlada.

Respuestas del Cuerpo a la Hipoxia: Adaptación y Supervivencia

Cuando la saturación de oxígeno en la sangre desciende por debajo del 95% (y por debajo de 92%-90% de manera exponencial) debido a la hipoxia, el cuerpo activa una serie de mecanismos adaptativos para mantener la homeostasis y asegurar la supervivencia celular. Estos mecanismos producen una serie de respuestas fisiológicas beneficiosas, siendo la activación del Factor Inducible por Hipoxia (HIF) una de las más importantes.

El Papel Esencial del Factor Inducible por Hipoxia (HIF) en la Respuesta Celular a la Hipoxia

El Factor Inducible por Hipoxia (HIF) es una proteína central en la respuesta adaptativa del organismo a la falta de oxígeno, desempeñando múltiples roles clave que aseguran la homeostasis y la supervivencia celular en condiciones de hipoxia. Veamos cómo el HIF coordina estas respuestas vitales:

 

Regulación del Equilibrio del Sistema Nervioso Autónomo (SNA): 

El HIF participa en la regulación del SNA, el sistema encargado de controlar funciones automáticas como la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración. Esta regulación es crucial para adaptar el cuerpo a los cambios en los niveles de oxígeno.

Producción de Eritropoyetina (EPO) y Estímulo a la Hematopoyesis: El HIF estimula la producción de Eritropoyetina (EPO), una hormona esencial que promueve la formación de glóbulos rojos en la médula ósea. Este proceso aumenta la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre, mejorando la oxigenación de los tejidos.

Vasodilatación y Mayor Producción de Óxido Nítrico: En respuesta a la hipoxia, el HIF induce la vasodilatación, lo que implica la dilatación de los vasos sanguíneos para aumentar el flujo de sangre y mejorar la entrega de oxígeno a los tejidos necesitados. Además, la mayor producción de óxido nítrico, mediada por el HIF, contribuye a este proceso de vasodilatación y regulación del flujo sanguíneo.

Aumento de la Ventilación Pulmonar: El HIF también juega un papel en la regulación de la ventilación pulmonar. Ante la baja saturación de oxígeno, el cuerpo aumenta la frecuencia respiratoria para compensar y mantener niveles adecuados de oxígeno en la sangre.

Ajustes Metabólicos para Adaptarse a la Escasez de Oxígeno: En condiciones de hipoxia, el HIF induce cambios en el metabolismo celular. Esto puede implicar una mayor dependencia de procesos metabólicos que no requieren oxígeno (como la glucólisis) para generar energía y mantener las funciones celulares esenciales.

Protección Celular y Reducción del Estrés Oxidativo: El HIF activa vías de señalización que protegen a las células del estrés oxidativo y otros efectos adversos asociados con la hipoxia. Esto incluye la regulación de enzimas antioxidantes y la preservación de la integridad celular frente a condiciones desfavorables.

Estas respuestas adaptativas son esenciales para enfrentar la hipoxia moderada y garantizar un funcionamiento celular óptimo en condiciones de baja disponibilidad de oxígeno.

Sin embargo, no todas las desaturaciones son iguales. Es importante progresar de manera gradual en la intensidad de la hipoxia para desencadenar adaptaciones significativas sin exponer al cuerpo a un estrés excesivo. La progresión adecuada implica alcanzar niveles de desaturación específicos durante las sesiones de entrenamiento y ajustar la dosis según la respuesta individual de cada persona y el objetivo que se persigue.

Por ejemplo, estudios han demostrado que alcanzar saturaciones moderadas (por debajo del 90% de saturación de oxígeno) durante el entrenamiento con hipoxia puede estimular de manera óptima la producción de glóbulos rojos y mejorar la capacidad aeróbica. Esto contrasta con niveles más leves de desaturación, que pueden tener beneficios más limitados en términos de adaptaciones fisiológicas.

La progresión también implica considerar la duración y la frecuencia de las sesiones de hipoxia. Comenzar con sesiones más cortas y menos frecuentes y luego aumentar gradualmente tanto la duración como la frecuencia puede ayudar al cuerpo a adaptarse de manera más efectiva y reducir el riesgo de efectos adversos.

En resumen, la importancia de alcanzar niveles específicos de desaturación en la hipoxia intermitente radica en su capacidad para desencadenar adaptaciones fisiológicas beneficiosas. La progresión adecuada y la dosificación cuidadosa son fundamentales para aprovechar al máximo los beneficios de esta modalidad de entrenamiento, recordando siempre que “Dosis sola facit venenum“.

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Manuel M. Taranilla

CEO y Especialista de Producto de la empresa NUMABLUE.
Formador en la técnica Hipoxia Normobárica Intermitente.

Experto en Ciencias del Deporte y la Salud

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